Discover an authentic gastronomic destination, full of contrasts, where time seems to stop between wines, laughter and pintxos.
Discover a privileged and generous land, full of unique landscapes and environments, where our producers have known how to work to obtain the best products, creating a perfect symbiosis between human beings and nature.
We owe everything that we are to them, our food artisans, who have known how to preserve and transmit their know-how from generation to generation, so that today we can continue enjoying the best products with the same flavor as always.
Authentic, honest and different, based on a wide variety of raw materials that our generous land gives us.
In our rich and varied pantry we find prestigious wines, which pair perfectly with cured meats, gourmet preserves, salted meats, foie gras and excellent artisan cheeses.
Our garden provides us with vegetables throughout the year, which has marked the character of our kitchen, always faithful to seasonal products.
The Cantabrian Sea provides us with the best and tastiest fish that are the stars of thousands of different recipes.
Our mountains, together with the work of shepherds and ranchers, provide us with excellent pork, beef, lamb and duck meat.
La gastronomía tradicional vasca se basa en la calidad de sus productos y, sobre todo, en su sencilla elaboración. De gran arraigo popular, y en la que los productos del mar son los principales protagonistas, sin olvidar las carnes magras y sabrosas, completan una metodología única para lograr la singularidad de este oficio.
Estos, y otros productos, completan el sabroso recetario de la gastronomía tradicional del País Vasco.
En la década de los 70, un grupo de jóvenes cocineros profesionales, con ganas de investigar, innovar y ampliar el recetario, se lanzó a la búsqueda por Europa de lo que podría definirse como la Nueva Cocina Vasca. Hoy en día, algunas de ellas se han convertido en platos principales en todos los menús de esta región española.
Una de las cosas es, sin duda, la apuesta por la experimentación y la investigación. También, con ello, tenemos nuevos ingredientes, nuevas formas de preparación e incluso se incluyeron nuevos aromas y combinaciones, creando una cocina exquisita y creativa que incluso perdura en la actualidad.
Al hablar de la gastronomía vasca, no podemos dejar de mencionar a las Sociedades Populares y Gastronómicas. Estas sociedades se encargan de difundir por todo el país lo que constituye este fenómeno único, manteniendo viva la esencia de la cocina vasca.
Sin ellas, sería difícil explicar el arraigo popular de este singular oficio. En estas Sociedades, sólo los hombres cocinan para sus amigos y familiares, convirtiendo la gastronomía en la base de las relaciones sociales. Poco a poco se va permitiendo el acceso a las mujeres, aunque en algunas de ellas todavía existen algunas normas y restricciones.
Otra de las curiosidades de la cocina vasca son los “pintxos”, pequeñas raciones, que se sirven en la mayoría de los bares y restaurantes, y que son otra posibilidad de degustar algunos manjares de esta cocina.
Los bares y restaurantes de toda la región son un gran escaparate de la gastronomía vasca, convirtiéndola en un placer para los sentidos, especialmente a determinadas horas del día. Decenas de apetitosas y diferentes opciones de bocados de lo mejor de la tierra y el mar que se exponen con mimo y esmero y acompañan siempre a cualquier tipo de personas día a día.
Si visita Vitoria-Gasteiz, iníciese en la ruta de pintxos donde podrá probar las mejores creaciones. Algunos de los cocineros que trabajan en estos locales han obtenido el primer puesto en los concursos estatales de mejores pintxos y tapas.
La Parte Vieja donostiarra es otro ejemplo de gastronomía vasca en pequeñas raciones. Pocos pueden resistirse a ellas. Además, la ciudad ofrece talleres prácticos de pintxos para conocer los secretos de algunos de los bares más famosos con sus recetas, técnicas de presentación.
Hondarribia, por su parte, reúne la gastronomía vasca con un toque único. Los especialistas en pintxos aprovechan su tiempo en La Marina, antiguo barrio de pescadores, para disfrutar del ambiente de poteo y de unos pintxos exquisitos en sabor y elaboración.
Además, después de disfrutar de los atractivos de Bilbao, se pueden tomar unos pintxos en cualquier bar acompañados del mejor vino. Algunos lugares gastronómicos que no debes perderte en tu ruta son el mercado de la Ribera con una gran selección de gastrobares o el Casco Viejo.
En la costa, Zarautz tiene como uno de sus principales atractivos la gastronomía vasca.
Como visitante podrá degustar unos pintxos con un fresco txakoli de la Denominación de Origen Getariako Txakolina por las calles del Casco Viejo o frente al mar. Es el lugar sugerido, y una opción fabulosa, para visitar la localidad con la playa más larga del País Vasco.
El txakoli es un vino blanco joven, afrutado y con una ligera acidez, cuyas cepas crecen en las laderas cercanas al mar, acariciadas por la brisa del Cantábrico.
Las bodegas de txakoli ofrecen visitas guiadas para conocer el proceso de elaboración de este vino de gran personalidad, que debe ser disfrutado en el lapso de un solo año y no de diez. Las visitas guiadas se acompañan de una degustación de txakoli y de productos locales como gildas y raciones de anchoas y atún.
En los alrededores de Zarautz, al igual que en Hondarribia, el paisaje está teñido de viñedos y pequeñas bodegas de txakoli que abren sus puertas a los visitantes y a cualquier tipo de persona que quiera saber a qué sabe un vino de verdad.
Existen tres Denominaciones de Origen: Getariako Txakolina, ArabakoTxakolina y BizkaiakoTxakolina que ofrecen visitas guiadas a bodegas y catas.
Hemos hablado del vino blanco por excelencia: el txakoli. Dicho esto, hay otro producto, un vino tinto, que si bien es cierto es más riojano que otra cosa, es un berberaje estrella en la gastronomía vasca.
Cada botella de Rioja combina tradición, innovación y vocación. Los extensos viñedos de Rioja Alavesa conviven en armonía con las villas medievales, las tradicionales bodegas subterráneas y la arquitectura vanguardista de bodegas diseñadas por famosos arquitectos, todos ellos de origen vasco.
Visitar o disfrutar de un almuerzo típico en una bodega es un plan único. La cata de vinos es uno de los más comunes y mejores placeres de la tradición española. Desde la Rioja, Codorníu y otros, todos sus vinos ilustran el descubrimiento de todo aquello que hace del país mediterráneo por excelencia de España el mejor en sus especiallidades.
Por otro lado, también tenemos la sidra, uno de los productos más antiguos de Euskadi y con mucha tradición que se puede degustar en botella, siempre con su tintineo al golpear el vaso, convirtiéndola en un acompañante ácido de cualquier comida importante.
En las sidrerías se puede vivir toda una experiencia y conocer el mundo de la sidra natural y la gastronomía con varios menús que engrandecen la calidad y acompañan perfectamente al berberecho.
También existe la posibilidad de realizar visitas guiadas a las sidrerías y manzanales, catas guiadas… O, si lo prefieres, puedes visitar el Museo de la Sidra Vasca.
Y, con esto, terminamos nuestro recorrido por la gastronomía vasca, algo que esperamos que te haya gustado.
